Importantes avances en su estrategia de sostenibilidad ha mostrado Carozzi en los últimos años. Así lo demuestra sú último Reporte Inegrado 2023, donde da cuenta de sus progresos en materia ambiental, social y gobernanza corporativa.
Dentro de su pilar Planeta, Carozzi desarrolla acciones bajo cuatro focos: optimización en el uso del agua, avanzar hacia energías más limpias, gestionar sus emisiones de CO₂ e impulsar una economía circular. Esta mirada la refleja también en la integración de sus metas hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), particularmente con el ODS 12 (Producción y Consumo Responsable) y ODS 13 (Acción por el Clima).
Uno de los aspectos importantes en que la compañía ha estado trabajando, bajo la innovación y búsqueda de alternativas sostenibles con el medioambiente, son soluciones que permitan maximizar la eficiencia en el uso de recursos respecto a sus envases. Esto se traduce en más de 591 toneladas de envases de plástico, cartulina y aluminio que desde el 2020 se han reducido en Carozzi, una cifra que representa el interés de la compañía por establecer una gestión responsable de los recursos.
Además, a la fecha se ha aplicado la ecoetiqueta en el 99,7% de los envases, se utiliza cartulina PEFC en el 96% de los estuches y displays, y ya se han certificado 365 productos de distintas categorías, ayudando a los consumidores a identificar con facilidad los envases reciclables a través del sello #ElijoReciclar.
REDUCCIÓN DE 85% EN PETRÓLEO
En el mismo sentido y con la meta de convertir su matriz energética hacia una más eficiente y limpia, entre 2016 y 2023, Carozzi logró reducir el uso de petróleo en un 85%, como resultado directo de su migración hacia el gas natural y de iniciativas de conservación y eficiencia, en las que continúan trabajando para transitar hacia energías de menor impacto con el medioambiente. Además, en el 100% de sus centros industriales en Chile utilizan energía eléctrica de fuentes renovables.
Carozzi tiene como meta corporativa reducir en un 50% la intensidad de sus emisiones -de alcance 1 y 2- de CO₂ al año 2030 con respecto al 2016, en el total de sus operaciones de Chile, Perú y Argentina, para mitigar los efectos del cambio climático y transitar a una economía baja en carbono. A la fecha, ya han logrado reducir en un 40% la intensidad de sus emisiones.