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“Lo que nadie se atreve a decir sobre cómo se pierden millones en góndolas… y cómo algunos ya lo están solucionando.”

Cada año, los supermercados pierden millones de pesos en productos que jamás llegan a manos de los clientes. No se trata de robos ni de errores logísticos en los centros de distribución. El problema está dentro de la tienda, en uno de sus espacios más visibles… pero a la vez más descuidados: las góndolas.

Lo que muchos no se atreven a decir es que gran parte de las pérdidas en supermercados se origina por errores de reposición, quiebres de stock mal gestionados, exhibiciones ineficientes y falta de rotación de productos. En otras palabras, los productos están, pero no donde ni como deberían estar.

La góndola como punto crítico

En la práctica, una mala gestión de la góndola implica que productos con alta demanda no estén visibles, que artículos caduquen sin rotación adecuada o que promociones pierdan efectividad por una mala señalización. Estos detalles, que parecen menores, generan pérdidas millonarias por cada día en que el producto no se vende o debe ser desechado.

Según estudios internacionales, hasta un 8% de la pérdida de ingresos en supermercados puede deberse a errores en la ejecución de planogramas o gestión de espacios en tienda. En Chile, este fenómeno está siendo observado con cada vez mayor atención, especialmente por cadenas que buscan optimizar su rentabilidad en un escenario económico exigente.

Tecnología y control como respuesta

Algunas empresas ya comenzaron a implementar soluciones tecnológicas para enfrentar este problema. El uso de etiquetas electrónicas, sensores de estantería, IA para monitoreo de quiebres en tiempo real y cámaras con análisis de visión computacional permiten detectar desviaciones y tomar decisiones más rápidas.

También se están usando herramientas de auditoría digital y sistemas que alertan cuando un producto deja de venderse en tiempo real, lo que permite accionar de inmediato y evitar acumulaciones o pérdidas por vencimiento.

El factor humano sigue siendo clave

Pese al avance tecnológico, los expertos coinciden en que la formación de los reponedores, jefes de sala y equipos de tienda es fundamental. Conocer bien el surtido, priorizar la reposición inteligente y detectar anomalías visuales a simple vista son habilidades que marcan la diferencia.

Una oportunidad para innovar

Lo que antes se consideraba parte del “desgaste normal” de operar una tienda hoy es visto como una gran oportunidad de mejora. Las cadenas que están invirtiendo en profesionalizar la gestión de góndolas, integrar tecnología y capacitar equipos ya están viendo resultados concretos: reducción de mermas, aumento en ventas por metro lineal y mayor satisfacción del cliente.

El desafío está sobre la mesa: hacer visible lo invisible y transformar la gestión de góndolas en un pilar estratégico del supermercado moderno.

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