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Los 10 mandamientos del que sabe de ventas y mercadeo: fundamentos clave para gestionar supermercados y canales de venta

En el sector supermercadista y de retail, el conocimiento profundo de ciertas herramientas y conceptos marca una diferencia crítica entre una gestión comercial eficiente y una que simplemente reacciona al entorno. A continuación, se detallan los diez mandamientos esenciales que guían el trabajo diario de quienes operan en supermercados, canales modernos y tradicionales, aportando no solo técnica, sino también visión estratégica para cada categoría y formato de venta.

1. SKU (Stock Keeping Unit)

El SKU es la unidad mínima de inventario que permite identificar y controlar cada producto de forma única. Una gestión eficiente de los SKUs es clave para equilibrar la oferta: ni tantos que saturen el lineal, ni tan pocos que se pierdan oportunidades de venta. En supermercados, la proliferación de SKUs puede causar sobrecarga en góndolas, dificultar la reposición y ralentizar la rotación. Saber cuándo introducir una nueva referencia y cuándo retirar una es un arte basado en datos de ventas, margen y participación. Una buena estrategia de SKU permite mejorar la rentabilidad por metro lineal y simplificar la experiencia del cliente.

2. Ticket Promedio

El ticket promedio refleja cuánto gasta en promedio cada cliente por transacción. Este indicador es fundamental en supermercados, ya que no siempre es posible aumentar el flujo de clientes, pero sí incentivar una mayor compra por visita. Acciones como promociones 2×1, ventas cruzadas, empaques familiares o productos premium pueden elevar este valor. Además, entender qué categorías aportan más al ticket promedio ayuda a priorizar inversiones en activaciones, layout y promociones. En este punto, la correcta lectura de los datos es vital para diseñar campañas que realmente tengan impacto.

3. Canal Moderno / Tradicional

El canal moderno incluye supermercados, hipermercados y tiendas de conveniencia con estructuras más estandarizadas, métricas claras, uso de planogramas y sistemas de gestión. El canal tradicional, en cambio, abarca almacenes, minimarkets, ferias y botillerías, donde la relación personal, la flexibilidad y la rapidez en la toma de decisiones son clave. Comprender la diferencia entre ambos formatos permite diseñar estrategias específicas en surtido, precios, promociones y servicio. Mientras que el canal moderno se apoya en data, protocolos y contratos, el tradicional se gana día a día con presencia, confianza y adaptabilidad.

4. Trade Up / Trade Down

Esta herramienta permite mover a los consumidores dentro del portafolio según el contexto económico, comportamiento y preferencias. En períodos de bonanza, el trade up propone llevar al cliente hacia productos de mayor valor o sofisticación (por ejemplo, yogures premium, cortes de carne seleccionados). En momentos de ajuste económico, el trade down ofrece versiones más económicas para mantener la rotación sin perder consumidores. La clave está en ofrecer alternativas dentro de la misma categoría para distintos perfiles de consumidor, sin comprometer la percepción de calidad ni el posicionamiento de la marca.

5. Mix de Producto

El mix es la combinación de productos que una categoría o tienda ofrece a los consumidores. Debe ser diverso pero relevante, amplio pero funcional. Un mix equilibrado contempla productos de atracción (que traen clientes), productos de margen (que generan rentabilidad), productos básicos (que fidelizan) y productos diferenciadores (que crean recordación). En supermercados, esto implica decisiones de portafolio por zona, perfil socioeconómico, comportamiento estacional y datos de rotación. El exceso de productos puede generar canibalización y confusión; la escasez, pérdida de venta y desinterés.

6. Promoción Cruzada

Consiste en unir dos o más productos complementarios en una misma oferta o exhibición. Esto no solo genera valor para el cliente, sino que también incentiva el consumo de categorías relacionadas. Ejemplos clásicos incluyen mostrar pastas con salsas, carnes con vinos o pañales con toallitas húmedas. Bien implementada, esta táctica no solo incrementa el ticket promedio, sino que también mejora la experiencia de compra. La promoción cruzada debe considerar la lógica del recorrido del shopper y el tipo de misión de compra (rápida, de reposición, de stock mensual, etc.).

7. Activación en Punto de Venta (PDV)

Las activaciones son herramientas poderosas para captar la atención del cliente en sala, aumentar la rotación y posicionar marcas. Estas pueden ir desde degustaciones y promociones temporales hasta eventos temáticos o intervenciones visuales. Una activación bien ejecutada permite impulsar el lanzamiento de nuevos productos, revitalizar categorías estancadas o generar un quiebre en la rutina del shopper. En supermercados, donde la competencia es feroz, las activaciones bien diseñadas marcan la diferencia entre un producto que se ve y uno que pasa desapercibido.

8. Planograma

El planograma es el esquema gráfico que define cómo se deben ubicar los productos en las góndolas. Su diseño considera factores como rotación, participación de mercado, margen, shopper insights y visibilidad. Un buen planograma asegura que los productos estén colocados en el lugar correcto, con la facing adecuada, respetando las reglas de exhibición y maximizando la conversión. Además, facilita la reposición y permite estandarizar la experiencia de compra. En canales modernos, su cumplimiento suele estar vinculado a acuerdos comerciales entre fabricantes y retailers.

9. Participación en Góndola

Este concepto se refiere al porcentaje del lineal que ocupa una marca o producto dentro de su categoría. A mayor participación, mayor visibilidad, posibilidad de recordación y probabilidad de venta. En supermercados, donde el espacio es limitado y codiciado, lograr una buena presencia física es tan importante como tener un buen producto. La participación en góndola también otorga poder de negociación, mejora los indicadores de rotación y eleva el equity de marca. No se trata solo de estar, sino de dominar visual y estratégicamente la categoría.

10. Aplicación correcta de estos principios

La advertencia es clara: si se utilizan mal, estos conceptos pueden restar credibilidad, generar costos innecesarios o dañar la relación con los canales. Pero bien aplicados, permiten construir una gestión profesional, consistente y con resultados medibles. En supermercados, donde todo se traduce en centavos por unidad y metros lineales, la precisión y estrategia hacen la diferencia entre cumplir una meta o superarla.

Este conjunto de herramientas constituye la base operativa del trabajo comercial en retail, supermercados y puntos de venta. No son solo términos de moda: son pilares para entender el comportamiento del consumidor, diseñar estrategias efectivas y ejecutar en sala con excelencia. Dominarlos no es una opción, es una necesidad para quienes buscan destacarse en el mundo real del comercio.

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